En un contexto donde la calidad, la eficiencia logística y la sostenibilidad son factores clave para la industria alimentaria, Indura, empresa líder en soluciones con gases industriales y perteneciente al Grupo Air Products, está promoviendo el uso de tecnologías de atmósfera controlada (AC) como una herramienta estratégica para extender la vida útil de productos altamente perecibles como los berries y los productos del mar, sin comprometer su frescura, sabor ni valor nutricional.
El cambio en los hábitos de consumo tras la pandemia también ha impulsado nuevas demandas. Hoy, los consumidores priorizan alimentos envasados frescos, funcionales, con alto valor nutricional y formatos más prácticos para el hogar. Esto ha ampliado el uso del MAP más allá de los productos frescos, incorporando también snacks saludables como nueces, frutas deshidratadas, pan envasado y cereales.
“La atmósfera controlada permite regular y modificar la composición gaseosa del entorno donde se almacenan o transportan los alimentos, ajustando niveles de oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno según las características de cada producto. Así, se ralentizan procesos de maduración, oxidación o proliferación microbiana”, explica Gabriel Echeverría, ingeniero de desarrollo de negocios de Indura.
En el caso de berries como arándanos, frambuesas o cerezas, esta tecnología permite: extender la vida útil postcosecha, reducir la pérdida de firmeza y color, mantener los niveles de antioxidantes y el sabor natural y facilitar la exportación a destinos lejanos manteniendo estándares de calidad.
En tanto, en productos del mar como salmón y mariscos frescos, la atmósfera controlada previene la oxidación de grasas, disminuye el crecimiento bacteriano, conserva la frescura y el aroma natural del producto.
Tecnología desarrollada por Indura
La compañía ha diseñado soluciones específicas de atmósfera controlada, que se aplican tanto en cámaras de almacenamiento como en túneles de enfriamiento y envases inteligentes. Estas innovaciones están siendo implementadas por empresas exportadoras de frutas, plantas procesadoras de productos del mar y centros logísticos que deben asegurar transporte prolongado sin cadena de frío activa.
“Buscamos soluciones a medida que respondan a las necesidades de cada cliente y alimento, combinando gases como nitrógeno, oxígeno o dióxido de carbono en proporciones óptimas y con envases diseñados para mantener esa atmósfera por el tiempo requerido”, detalla Echeverría.
Apuesta por la sostenibilidad
Con foco en la innovación y la reducción del desperdicio alimentario, Indura proyecta continuar ampliando su presencia en el sector agroalimentario con soluciones que no solo aumenten la eficiencia logística, sino que también contribuyan a elevar la competitividad de los productos chilenos en mercados internacionales cada vez más exigentes.
“Estamos convencidos de que las tecnologías basadas en gases industriales jugarán un rol clave en el futuro de la alimentación, ayudando a conservar mejor, llegar más lejos y responder a los nuevos estilos de vida del consumidor”, concluye Echeverría.